“Sirenas”
Alma ámbar de caireles dorados,
Piel de luna ofuscada por la arena
Y un gato ladrón de sueños osados
Nacido en su voz de bella sirena.
¿Qué es lo que habita en suculentos labios?
Mordaz antojo con sabor a pena,
Un corazón ya muerto entre sus manos;
Melodía de paz que es también condena.
Cúmulo rapaz de deseos frenados
Combatiendo en la psiquis de un poema,
Besos necios en versos refugiados
Haciendo de la ilusión su gramema.
Sin seguir el consejo de los sabios
Extasiado entre la miel de sus gemas.
Delirio de fractales estrellados,
Ahogado entre sus pliegues de colmena.
Y así, con sentimientos muy extraños
Se aprende a amar un eterno dilema;
Si los monstruos en verdad son malvados,
O son reflejo de la luz más bella…
Cometiendo el mayor de los pecados,
Ese amor propio al que llaman soberbia.
Eternamente han sido sentenciados
A no saciar lividez ni consciencia,
¡Y alimentarse solo de inocencia!
Cráneos en amatistas liberados,
La libido ligada a la nobleza,
Sueños lúcidos de anhelos colmados
Serán mañana dulzura y tristeza…
Con su legión de ginoides soldados,
Creaciones inciertas de arte y de ciencia.
L. F. N.