No ahora que el río es la débil fotografía de la noche
No ahora que la tarde subastó el último jirón de los árboles
No ahora que los animales tiran su baba caliente en la tierra
No ahora que la tierra espera la llegada de mi cuerpo
No ahora que mi cuerpo espera la llegada de otro cuerpo
No ahora que suena un reloj y hace más largas las ausencias
No ahora que la memoria es la pira donde una mujer quema el
[silencio
No ahora que lo oscuro es una fosa que sostiene ojos y dientes
No ahora que el miedo rastrea en nuestras entrañas
No ahora que lo solo es la vistosa construcción de la penumbra
No ahora que la ceniza es la fuente de color de los artistas
No ahora que la saliva se topa con la mudez de las banquetas
No ahora que el odio es un gato que nos imagina peces
No ahora que en el paladar conservamos el veneno
No ahora que vemos cómo los muertos van de prisa
No ahora que la prisa es el monstruo de los vivos
No ahora que hay espejos rotos y el agüero nos amarra
No ahora que lo insensible nos come bocado por bocado
No ahora que en un vaso de vino cabe el ataúd de la tristeza
No ahora que un niño limpia sus botas y a su lado aún jadea una [pistola
No ahora que los magos aparecen ratas porque la derrota apolilla
[sus sombreros
No ahora que la risa es el único tornillo que nos falta
No ahora que un traspié nos hace recordar que existen las cadenas
No ahora que nos dan ganas de llorar cuando miramos los acuarios
No ahora que la voluntad es un caballo que desboca
No ahora que el movimiento de una mano a veces significa muerte
No ahora que las estatuas desarrollan pétreas amistades
No ahora que un florero en una mesa no reitera la existencia
No ahora que en las fotografías el olvido explora y deja su camino
[de polvo
No ahora que frente a nosotros almuerzan nuestras frustraciones
No ahora que lo feliz es el juguete que se oxida en la vitrina
No ahora no que padres y madres aúllan por