I
Amo libar el beso cerrado,
tocar como para que nadie abra.
Temo el beso real de la carne
que consume con adiós postrero.
Vuelvo al beso blanco del suicida
sobre su propia osamenta fría.
Enebro besos sobre brocados
de tiempo, que reclamará nadie.
Sentencio besos de pasión-sangre
a la angustia del no florecer.
Tu beso, fue la mina infinita
jamás abierta antes para mí.
II
Velé tu muerte, entre ocres silencios
de puntería precisa y fina.
Hoy tu vida es en mi muerte blonda,
hoy que tu vida es en mí; muerte.
Al final hay contento en no hallarte,
en tu descanso de mí; amor.