Mi corazón ya está marchito
como una flor
—así lo diría Rozz Williams—
ya le cortaste los pétalos
ya no necesito sol
ni agua
sólo amargos sorbos de dolor
—así lo haría Rozz Williams—
ya no siento el respirar:
mis pulmones están encogiéndose
en tus mejillas y tus palmas
y en tus labios mi cerebro se apaga
y en tus brazos mi espalda rompe
y en tus piernas mis besos se borran
y en tus prendas ya no soy nada
y en tus pies me estiro
escupido vomitado
y ahora sólo vuelo en medio de tu habitación
pudriéndome como un taciturno y vil recuerdo
y estaré escondido en el fondo de una caja
que estúpidamente presume ser hojas
en vez de cenizas
claras hermanas que también se llevará el viento
—así lo haría Rozz Williams—