¿Qué es Ábrara?,
me preguntó inquieto
un joven poeta de banca de Coyoacán.
Es el principio del principio.
Iba yo a abrir...
lo que sin ser aún
ya es en, y por lo que va a ser...
iba yo a abrir...
De pronto,
el ángel obeso que nos escuchaba
se adelantó:
<<es el rayo de luz
impulsado por su propio destino...>>
y se acomodó tranquilamente
en el enorme hueco
que le había hecho a la tarde.