"Poeta:Así son tales caracteríticas del movimiento planetario
El astrónomo Halley: pero, como lo sabe?, ¿ya lo demostró?
Poeta (sorprendido): Siempre lo he sabido;
pero, si lo que quiere son simples datos..."
Hay un poeta,
uno, entre los límites que le rascan
las vísceras al cálculo.
1 + él mismo = 1
Hubo un poeta.
Nació del arcoiris cuando la humanidad amanecía,
en el manantial idioma de los colores, en su centro matiz,
ataviado de reflejos y gestión lumínica.
Él supo, como ninguno, la medida del secreto
que se deshace en las cintilaciones
y desde su función de vate creó el poema del hombre.
Desde entonces, bajo su manzano reverdecido,
perdemos y ganamos diariamente
nuestro inasible paraíso isaácmetro.
Hubo un poeta
entre tantos que le rascan las vísceras al cálculo.
Así fue. Así ha sido.
Así lo afirman las sagradas escrituras.