No es mera casualidad que los dos más grandes poetas mexicanos del siglo XX( en el caso de Reyes también genial muralista) hayan sido prácticamente "borrados" de la historia de la literatura. ¿Por qué? Pues por el simple hecho de ser comunistas, en su estado más sublime. No me asombra, ya que en el atribulado México sigue mangoneando brutalmente un grupo de delincuentes serviles hasta la nausea con el imperio norteamericano. No me asombra, pero si me indigna, me subleva, me encabrona. A la juventud nacional se le ha negado la posibilidad de iluminarse la mente con la deliciosa obra de estos verdaderos monstruos, padres de la cultura profunda, que incluye la rica tradición de artistas tales como: Los hermanos Revueltas(Silvestre, Fermín, Rosaura, y José), Juan de la Cabada, Jorge Carrión, Ermilo Abreu Gómez ( autor de la mítica novela Canek, tan cercana estética e ideológicamente de Reyes y Ocaranza, precisamente) Siqueiros,Rivera, Orozco, Khalo, etc. y a esta misma juventud se le han impuesto figuras mentirosas y reaccionarias (apesar de sus cualidades literarias en algunos casos) como los "grandes héroes de la cultura mexicana": Tal es el caso del hartante Octavio Paz, el eterno priista Jaime Sabines, Rosario Castellanos-a la que a pesar de todo aprecio-el pseudoizquierdista Zepeda, entre tantos otros.
Ocaranza y Reyes simplemente no figuran, no aparecen en las numerosas antologías diseñadas por "especialistas", no se hace reseña o ensayo sobre sus riquísimos obras,no se habla o se comenta sobre sus obras y sus invaluables legados. Siempre han sido personajes bastante incómodos para el autoritarismo que por lo pronto aún rige en nuestra tierra. Este nefasto proceso de silenciación del pensamiento crítico y promoción de la servil uniformidad-característico de los regímenes fascistas, como el que ahora nos agravia-únicamente produce la decadencia inevitable de la verdadera cultura, y la abolición del arte genuino, en última
instancia.Eso mismo convierte a estos dos artistas en figuras clave de la lucha por la liberación de nuestro pueblo de la esclavitud capitalista en este castigado nuevo milenio. ¿Por qué? Por se humanos de una dignidad inquebrantable.
En lo personal, entré en contacto con el portentoso legado de Ocaranza a principios de los años 90, en un encuentro de talleristas de la República celebrado en la ciudad de Morelia, Michoacán, al que asistí representando al grupo Juntaversos al lado de la poeta María Cruz. En dicho encuentro, numerosos jóvenes nos hablaron admirativamente de la vida y de la poesía del autor de la Elegía de los Triángulos, también con cierta burla ante nuestra total ignorancia sobre sus aportaciones. Mi estupor inicial se fue convirtiendo en amarga frustración ante la imposibilidad de encontrar alguno de sus numerosos libros. Esto sólo provocó un redoblado esfuerzo por hallarlos. La exhaustiva búsqueda poco a poco fue rindiendo maravillosos frutos:
Patología del Ser, los Tríangulos, Job...fueron siendo gozados, estudiados, aquilatados de mano en mano, de boca en boca, de sexo a sexo, de bosque en bosque, de corazón en corazón, por mujeres amadas, por hermanos más jóvenes, por amigas entrañables, por musas que no nos comprendieron, en su desmedida influencia, en su profunda honestidad, en su vanguardista sencillez, en su audaz justicia poética. Este si nes un verdadero poeta, en toda la extensión de la palabra, pensamos y seguimos pensando. En la pureza de su espesa sangre se respiran lo vientos alisios de Nezahualcoyotl, García Lorca, Vallejo, Neruda, y ese otro portento, también tan desconocido en la actualidad(igualmente por razones ideológicas) que es el chileno Pablo de Rhoka,otro titan comunista marginado por el sistema del que me permito transcribir una larga cita, para demostrar su cordial cercanía con el pensamiento de Ocaranza:
Aquestas personas horrendas, revolcándose en el pantano de los desclasados del
idealismo o masturbándose o suicidándose a patadas ellos contra ellos,
mientras el denominador común humano se muere de hambre
en la cavernas de la civilización, y la "cultura capitalista"
desgarra a dentelladas la desgracia de la infancia proletaria en el Capitalismo,
o la tuberculosis es una gran señora que se divierte fotografiando a los moribundos
estimulándose las hormonas con la caridad sádico-metafísica,
especie de brebaje de degolladores,
y la clase rectora, tan idiota como habilísima e imbecil,
nos alarga un litro de vino envenenado
o un gobierno de carabinas...
Sin embargo, la historia prueba que lo valiosos no puede mantenerse oculto para toda la vida, y siempre termina por ser reconocido tarde o temprano; ya que nuestro pueblo es sabio, y conoce a aquellos que le hablan desde el meollo de las sangres para sublimarlo, y para engrandecer la psique ancestral de nuestro espíritu, y lo animan a luchar, a defender su dignidad, a amar la vida en el universo y sus vertientes luminosas.
Finalizo con palabras de Ocaranza:
Todo ciclo poético engendra nuevos ciclos poéticos, así como toda creación lleva su propia destrucción.
Yo no creo en la unidad de lo que no se logra con la lucha. De la lucha es el principio de lo que no tiene principio. De la lucha
es el fin de lo que no tiene fin.
Y con un fragmento de su poesía, de pasmosa actualidad(¿fue escrito hace cuarenta años, o fue escrito el día de ayer?):
Nunca fue la maldad tan bendecida;
nunca la teología más endiablada;
nunca la dignidad más escupida;
nunca la cerrazón más endiosada.
La vieja voz de Cuahutémoc andaba
perdida entre casacas de un imperio inservible.
Un maldito bastardo
repartía los pedazos
de México
en el mundo.
Todas las profecías de los poetas
quedaban incumplidas.
Pero también del tiempo renacían las insignias
del viejo Quetzalcoalt Padre del Hombre:
héroes de dignidad
árboles puros patriarcas silenciosos de la ternura