Todos los conocemos desde la infancia, los leemos o los vemos en películas y obras de teatro. Sus principales personajes son sacados de un mundo imaginario y poblan de aventuras y maravillas nuestras fantasías. Son los cuentos de hadas. Y dentro de ellos encontramos un sinnúmero de mensajes. ¿Qué son? Seguramente las hadas nos acercarán a la respuesta.
Hadas y psique
Desde el punto de vista psicológico, las hadas representan un poder mágico incomprensible para los humanos. Su cuerpo etérico, según muchos autores, aparece formado de la materia emocional humana, que puede ser moldeada y cambiada por pensamientos y sentimientos. Las hadas son capaces de interceptar la materia de nuestro subconsciente cuando estamos dormidos. Así, ellas son los sueños mismos, los deseos, aquellas cosas de la vida no asimiladas o no concluidas y que deseamos llenar o completar. Como pueden tornarse maravillosas pueden volverse monstruosas, en una pesadilla. Y aquí interviene un elemento fundamental: el yo. Los cuentos de hadas representan la integración del yo que permite una satisfacción adecuada de los deseos del ello. Recordemos que el yo es el ser consciente, el que está, el que es y el ello es el lado que nos otorga placer, satisfacción. En este sentido, no existe la posibilidad de que algo ocurra, más bien es el deseo de que así sea. De ahí nuestra fascinación y asombro ante un relato de hadas.
De hecho, existe una afinidad entre la conciencia del sueño y la mentalidad con la cual fueron creados los cuentos.
Aprendizaje / enseñanza
Además de la conexión y el equilibrio que logran entre la consciencia plena y el deseo de realización, existen otras funciones de los cuentos de hadas:
• Catarsis.- Logran desencadenar el miedo, la angustia y ayudan a la maduración.
• Crítica.- A través de la evasión se puede criticar la realidad.
• Poesía.- Permiten recuperar el sentido poético.
• Lúdica.- Juegan con la fantasía y al mismo tiempo
la fantasía permite el juego.
• Cognoscitiva.- Las historias feéricas permiten el conocimiento de otros mundos.
El discurso
Saliendo del plano individual al colectivo, encontramos que muchos autores han utilizado los cuentos de hadas por diversas razones, entre otras, examinar la condición humana desde el marco que un cuento proporciona.
Otros escritores han buscado llevar la fantasía al presente y adaptarlo a él. Muchas veces, especialmente en la literatura infantil, los cuentos son reelaborados simplemente por un efecto cómico. Otros autores pueden tener motivos como revaluaciones multiculturales o feministas de cuentos dominados por el machismo, además de criticar las formas narrativas tradicionales. Por esta correspondencia con cambios y acontecimientos de la humanidad, los cuentos de hadas constituyen una primera enseñanza de la historia porque conduce directamente al estado mental del hombre prehistórico. Entonces, deben ser entendidos como descripciones, en forma de imágenes, de profundas verdades. Son un testimonio del acontecer y lo reflejan en una parodia, en una imitación de la vida de una forma seductora, adornada de la parafernalia fantástica. Así, se puede recurrir a los cuentos feéricos para explicar un suceso político, social y cultural como forma de asentar la historia, la mitología, las costumbres o toda una idiosincrasia.
Hadas y filosofía
En los cuentos de hadas encontramos los grandes principios rectores de la evolución humana. El estado original de armonía y perfección (el reino); la caída (la madrastra, andanzas por el bosque); la pérdida de la armonía original (las piedras, los sufrimientos), las tentaciones (dragones, hadas malas), el despertar de la inteligencia (enanos y otros seres elementales que ayudan), el alma que lucha (la princesa o el príncipe que pasa por dificultades), la redención final, es decir, la purificación como vuelta a un estado armónico (el casamiento feliz de la princesa con
el príncipe), etc. De esta manera, suelen plantear de un modo breve alguno o todos estos problemas existenciales:
1- La necesidad de ser amado.
2- El temor a ser despreciado por los demás y por la sociedad en general.
3- El amor a la vida y el miedo a la muerte.
No cabe duda de que los cuentos de hadas son, desde muchos sentidos, un panorama hacia nosotros mismos, una forma bella y sutil de ver y enfrentar nuestra realidad, nuestra vida, nuestra esencia como seres humanos... además de olvidarnos por un instante de la monótona vida cotidiana que tanto nos aqueja.