Junio 24, Jueves
Hoy se cumplen tres años de la muerte de mi padre es por eso que decidí terminar de escribir este diario con la historia que hoy escribo, puede parecer poco o nada creíble pero lo que pude ver y escuchar ha cambiado mi forma de entender aquello que no comprendemos y que está más allá de nuestro entendimiento y nuestras creencias.
Comienza el verano y las mañanas se empiezan a sentir más calientes, las tardes son húmedas y frescas se antoja salir a caminar de noche por las calles de la ciudad.
Ayer tuve un sueño me vía volar por encima de un bosque donde solo veía árboles y mas árboles, buscaba algo pero no sabía qué era, me desperté agitado y me levante de inmediato, aun era temprano, así que salí a comprar el periódico, una costumbre que había dejado de hacer. De regreso en casa abrí el periódico y mientras lo ojeaba me llamo la atención una pequeña nota que decía: “Habitantes del barrio de Santa Apolonia Tezcolo, en la Alcaldía Azcapotzalco, persiguen a un ser extraño durante la madrugada y no lograr atraparlo, ancianos nativos del lugar dicen que pudo ser un nahual”, no lo podía creer nahuales en la ciudad en pleno siglo veintiuno, todavía cree la gente es esas historias tan viejas?.
Al terminar de leer la nota me quede un momento pensando en esa historia tan alucinante, algo me inquieto, me levante para prepararme un café y recordé aquel libro que mi padre me regalo hace muchos años, me lo dio cuando era yo muy joven, cursaba el primer año de preparatoria mi abuelo se lo había regalado también a él cuando tenía casi mi edad, fui a buscarlo a su vieja biblioteca y como si supiera donde encontrarlo me dirigí directamente al librero y ahí estaba, metido entre los demás libros, el texto trata sobre brujas, chamanes, viejas historia de la Ciudad de México y nahuales a los cuales mi padre les tenía un interés particular. Habían pasado muchos años desde la ultima vez que lo leí, la mañana que me
lo dio me dijo que lo leyera, que podría gustarme e interesarme y podía servir mas adelante, contenía información valiosa de estos seres extraños que suelen aparecer de noche y hablar con la gente nadie cree que son reales pero existen, cuando la luna está llena y los día coinciden las puertas de lo mágico se abren y es más fácil encontrarse con ellos, debes cuidarte, me dijo aquella vez, tenía mucho interés en que yo supiera todo eso, afirmaba que lo nahuales pueden estar cerca y debía saber cómo reconocerlos.
Esa vez no lo tome en serio tal vez él pensaba que yo podía encontrarme con uno de esos nahuales en mi vida, él al igual que mi abuelo había nacido en Veracruz y creía en esas viejas historias.
Me lo dio un 23 de Junio lo recuerdo bien porque un día después por la mañana mi mamá y yo lo encontramos tirado en el piso de su biblioteca, había muerto de un paro cardiaco es extraño que muriera así, cuando lo encontramos su ropa estaba sucia, como si se hubiera arrastrado o caído, esa noche llovido bastante había mucho lodo en el jardín de la casa, nunca le conté a mi madre pero esa mañana al salir al jardín vi pisadas que venían de la puerta de entrada, eran como de un perro o algun otro animal, eran garras o pezuñas parecía como si el animal hubiera caminado en dos patas y estando persiguiendo a mi padre, fue extraño, es posible que él haya visto a un ser extraño y qué eso haya causado su muerte?.
Abrí el libro y busque la parte donde hablaba de los nahuales, el libro decía: “los nahuales son seres espirituales, viejas tradiciones prehispánicas cuentan que cada persona nace con su toná o animal como espíritu, que lo cuidara y le servirá de guía, las persona que tienen una fuerte conexión con su toná se les llama nahuales y se pueden convertir en diferentes animales o en elementos de la naturaleza, se dice que los nahuales se roban el alma y traen maldiciones a las persona o puedan ayudarlas y protegerlas si
están en peligro, cada 24 de junio después de la media noche estos seres o nahuales salen a cargarse de poder con la luz de la luna llena, ese día puedes encontrarte con uno de ellos debes tener cuidado ya que no todo son benevolentes”.
La fecha que mencionaba el libro era ese mismo día a la media noche, lo pensé todo el día pero finalmente acepte hacerlo, decidí salir y encontrarme con uno de esos seres para descubrir si era verdad o solo fantasías de viejos libros.
Las historias sugerían ir a lugares abiertos donde hubiera vegetación y arboles ahí se esconden para transformarse en animales que ellos deciden ser esa noche. Pero viviendo yo en Coyoacán no sabía a qué lugares podría ir, los Viveros fue lo primero que pensé pero a esa hora estaría cerrado así que tendría que ir más lejos, pero no sería tan complicado si fuera en bicicleta podía recorrer diferentes parques cercanos que son igual de grandes.
Así lo hice pasando la media noche salí de la casa y me aventure en plena noche a encontrarme con algo que no sabía si fuera verdad.
La lluvia había dejado húmedo el asfalto, la luz de la luna empezaba a brillar e iluminar el camino, pensé que estaba loco por hacer eso, durante el trayecto se percibía un silencio que nunca había notado, ningún auto o persona se veía a lo lejos, mientras recorría las calles recordaba lo que leí en el libro acerca de las formas en las que se convierte un nahual, en los animales en los que se transforma y suelen aparecerse, el libro mencionaba a las lechuzas, lobos, aves, perros negros o incluso cerdos, animales que difícilmente puedes encontrar en la ciudad. Después de unos minutos llegue al viejo parque de los coyotes y me detuve un momento para observar, todo era silencio y no vi nada extraño, a lo lejos una persona caminaba en solitario usando un tipo de capa color negra, cruzaba la calle apresurada dirigiéndose al mismo camino por donde yo me iría, incline la cabeza para mirar mi reloj
y marcaba las doce cuarenta al levantar la mirada la persona ya no estaba, cómo pudo caminar tan rápido y desaparecer?, no le di importancia, decidí irme y buscar en otro sitio, no tarde en salir de Coyoacán, sabía que más adelante hay un parque muy grande así que pedalee fuerte para llegar rápido, el camino y la distancia parecían muy largos como si el tiempo no pasara, estaba alucinando, logre llegar al otro parque que era igual de grande y muy viejo a esa hora estaba totalmente desierto, solo unas lámpara iluminaban una parte de los corredores, me baje y quise caminar con la bicicleta a un lado, el silencio permitía escuchar los grillos y el viento que soplaba fuerte, me interne un poco, mi reloj marcaba la una en punto de la madrugada, pequeñas pisadas se escuchaban sobre las hojas secas en el piso, no sabía de dónde venían se oía más cerca y con ello el ruido de un animal jadeando se percibía también, no me sentía seguro apresure el paso y me subí a la bicicleta para irme de ahí, al salir del parque nuevamente una persona caminando apresuradamente cruzaba la calle, se parecía a la misma persona que había visto anteriormente, me aleje rápido y después de una calles ya estaba en el parque hundido, siempre me había dado temor cruzar ese parque de noche, me di valor y entre, ya no había vuelta atrás, el reloj marcaba la una treinta, lo camine unos metros y vi que algo paso velozmente entre los árboles, parecía un perro grande la adrenalina y la ansiedad me hicieron subir a la bicicleta para tratar de alcanzarlo, quería saber que estaba pasando esa noche, sin poder alcanzarlo el animal se había ido.
En pocos minutos ya estaba en lo mas escondido del parque empecé a buscar el camino hacia las salida y nuevamente vi algo que cruzo entre los arbustos, me acerque sin hacer ruido y lo vi, era un tipo de perro muy grande totalmente de color negro, estaba quieto mirando hacia arriba, la luz de la luna alcanzaba a iluminar su gran pelaje,
quise verlo de cerca así que me acercarme cautelosamente, me detuve a unos metros para observarlo, era un animal hermoso, el perro volteo hacia donde yo estaba sé que no podía verme porque todo estaba totalmente oscuro pero sus ojos veían directamente hacia donde me detuve, un fuerte dolor empezó a aprisionar mi pecho, no podía respirar bien me recargué sobre un árbol y me arrodillé, después de unos segundos pude respirar mejor, cuando me levante el enorme animal se había ido, me sentía mareado camine hacia la salida y ya estando afuera lo vi otra vez, estaba ahí parado viéndome de frente, solo observándome, se levantó en su patas traseras y me hablo con una voz grave y muy clara: “tú eres el hijo del viejo Juan, hace tiempo que se fue, era un ser noble de buen corazón, pero vio demasiado, se le dijo que no volviera pero no escucho, era más grande su deseo por descubrir cosas que no cualquier hombre debe saber, ya había visto demasiado, esa noche lo seguían para quitarle su luz, trate de ayudarlo pero llegue demasiado tarde, su tiempo había terminado, como el tuyo esta noche, te debes ir y espero no volver a verte, la calle estaba desierta solo los dos a mitad de la noche, después de un instante el perro dio la vuelta y se volvió a perder entre las calles.
Ya de regreso a la casa pensé en mi padre y en sus locas historias ahora sé que no eran mentiras ni fantasías lo que me platicaba, esos seres son tan reales que están más cerca de lo que creemos.