No soy optimista.
He crecido de golpe
subiendo a saltos
los peldaños del alma.
No soy demasiado alegre
ni demasiado expansivo.
Todavía no tengo pasado:
hablo con los demás
camino por los parques
escribo de veinte maneras distintas
me gusta el futbol
leo los diarios
visito a los amigos
comento algunos libros
vigilo mis pasiones
termino mi trabajo.
Soy sencillo
tengo determinados años
y es claro
sombras y errores
culpas que me duran meses.
No quiero tener razón
ni saber si estos versos
son cortos o largos
ni tampoco en verdad
tejer un laurel
o hacer mi retrato:
soy tan parecido a todos
tan igual a lo que canto.
Por eso no importa que me olviden
que sepan tan sólo de mi cara
de mi sobrenombre o de mis años.
Debo decir algo todavía
con cierto sabor testamentario:
nada estará por debajo de mis actos
y yo no daré nunca las espaldas
a la última cosa que pueda caber
en mis palabras.